Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross

En 1994 se publicaría esta historia salida de la mente del guionista Kurt Busiek que contaría con los lápices del excelso Alex Ross. La historia es, nada más y nada menos, que un auténtico repaso a la historia de la editorial Marvel, desde sus inicios más primigenios. Durante la narración nos irán presentando cómo aparecieron los “supers” empezando por la primera Antorcha Humana (no la de los 4F) y qué significó eso para la humanidad. Porque amigos, ¿qué pasaría si esto realmente sucediese en la vida real? Pues esto es lo que el bueno de Busiek intenta plasmar en esta historieta, humanizar a seres extraordinarios con poderes fuera de toda lógica. Todo ello desde el punto de vista de un simple mortal, un fotógrafo con miedos e inseguridades que dará cobertura a estos sucesos y todas las intervenciones de los grandes héroes. Durante el desarrollo de la historia veremos pasar a héroes como Namor en su lucha contra Antorcha; el Capitán América y su lucha por la justicia; Iron Man y la aparición de los primeros súper grupos o la muerte de cierto interés amoroso de nuestro querido arácnido. Por supuesto, no podía pasar por alto los mutantes y el odio irracional hacia lo diferente que suele imprimir la humanidad y lo bien que plasmaba estas situaciones Marvel. No revelaré mucho más para que quien no haya tenido la oportunidad de leer esta maravilla le queden sorpresas por descubrir.

Incluso sin tener conocimiento del universo Marvel se puede gozar de principio a fin, pues la estructura está clara y perfectamente definida, pero ¡ay amigos si sois veteranos del universo marvelita!, vais a ir descubriendo cientos de referencias, de composiciones y detalles plasmadas con un amor y un rigor a la historia de la editorial, casi enfermiza. Kurt Busiek es por todos conocidos como uno de los guionistas más relevantes y de mayor proyección en cuanto a cómics relacionados con lo heroico, haciendo series sobre ‘Vengadores’, ‘Iron Man’ o ‘Liga de la Justicia’. Una de sus características es la de intentar imprimir rasgos más humanos a sus personajes de manera que al lector le sea mucho más sencillo poder empatizar con ellos.

No os he hablado del dibujo y es que esto, esto merece un apartado aparte, pues los lápices de Alex Ross son de otro mundo. Desde luego no es de gusto de todos, pues utiliza un estilo fotorrealista basándose, en muchas ocasiones, en fotografías que él mismo toma. Es capaz de imprimir tanta fuerza en sus imágenes y en sus composiciones que te introduce de manera irremisible en el interior de sus viñetas. Dibuja de tal manera cada expresión facial, cada arruga, cada fondo, que de ninguna manera está al alcance de todos. Además se ocupa de dar color él mismo a sus dibujos, convirtiéndose en amo y señor en cuanto al apartado técnico y realizando pequeños cuadros de cada viñeta. De hecho, tanto impactó este arte, que poco después sería la competencia, DC, quien le pediría realizar el celebrado ‘Kingdom Come’.