‘Animal Man’, de Grant Morrison

Para los veteranos y amantes del noveno arte este escritor es más que conocido por obras como ‘Animal Man’, ‘Doom Patrol’, ‘Batman Arkham Asylum’, entre otras ya que tiene un extenso recorrido en el mundo del comic y el propósito aquí y ahora es hablaros de la primera incursión del autor en el sello Vértigo, etapa que trajo de vuelta a un superhéroe de la edad de plata, soplando la capa de polvo que guardaba y dotándolo de nuevas capas.

Echamos la vista atrás en el tiempo, concretamente a septiembre de 1965, donde Bernhard  Baker alias Buddy Baker apareció por primera vez en el #180 de Strange Adventures, creado por Dave Wood con el arte de Carmine Infantino. En este número Buddy contrajo sus poderes en el transcurso de una cacería, en la que se vio envuelto en la explosión de una nave alienígena, siendo irradiado por esta, que acabo proporcionándole el poder de adquirir las habilidades innatas de los animales que se encontraban a su alrededor. No fue hasta el #190 de Strange Adventures cuando Buddy se pusiera el traje y cinco números más tarde en el #195 se apodase Animal Man un superhéroe de segunda fila que combatía mafiosos, alienígenas y animales. El personaje tuvo una andadura de dos años, fruto del estereotipo de hombre rubio y atlético de la época que no tardo en sumirse en el olvido. Volvería a aparecer cinco años más tardes durante tres números en Adventures Comics para volver caer en el letargo hasta principios de los ochenta para asomarse durante dos números de Wonder Woman.

Formo parte de un grupo llamado ‘Los héroes olvidados’ en algunos números de Action Comics, que volverían en 1985 en la saga que involucraba a todo el universo DC, ‘Crisis en Tierras Infinitas’ que rescato a héroes de otras épocas. Tenemos un personaje que hizo mella pero que tuvo escuetas e intermitentes apariciones hasta que llego Morrison para poner un punto y aparte.

Morrison nos presenta a un Buddy Baker dentro de un entorno familiar junto a su mujer Ellen su hijo Cliff y su hija Maxine, un héroe fuera de juego con una vida normal que tras haber combatido en algunas ocasiones sé está replanteando volver al ruedo y ejercer de superhéroe a tiempo completo para entrar en primera línea. Un tipo que se siente superior a Blue Beetle y pequeño e insignificante al lado de Superman pero que decidido empieza con su primer caso para unos laboratorios donde encontraremos mutaciones animales y antropomórficas.

Veremos a un Buddy que a contrapartida de ser creado en el transcurso de una cacería en la que se encontraba, ira cogiendo tintes ecologistas y pro animalistas, llegando al veganismo adquiriendo capas y una consciencia no vista antes en este género. Concebido para cuatro números USA, acabo extendiéndose hasta el numero #26 para luego ser relevado por Peter Milligan al guion (que duro solo hasta el #32). Sin un rumbo fijado Morrison en el #5 nos trajo ‘El evangelio del Coyote’ con una de las mejores portada que Brian Bolland nos brindo para Animal Man donde veíamos a nuestro héroe crucificado y sin el color acabado, un número en el que Buddy se cruzaría con un coyote sacado de un mundo cartooniano de Slapstick que había saltado a su realidad para expiar la violencia de su mundo. Aquí ya nos dejaría los retazos de lo que se vendría antes de hacer una pausa durante varios números de unos times que se cruzaban en el evento de DC ‘Aves de presa’ donde Animal Man pasaría más bien desapercibido y nos contaría en uno de esos números la historia donde remarcan que los villanos de la era Pulp eran más auténticos que los de hoy en día, dejando un sabor de boca para el personaje y para el lector agridulce.

De aquí al final de la etapa de Morrison se nos irán dando pistas de esta trama, donde conoceremos el origen del personaje que sin cambiar en esencia es reformulado. Veremos como pasa a ser miembro de Liga de la Justicia de Europa, como es perseguido por corporaciones que lo consideran un eco terrorista, como su familia va viviendo aventuras paralelas a las suyas y como rompe la cuarta pared para dirigirse al lector y enseñarnos que en cada lectura y relectura damos vida una y otra vez a merced a los personajes, para acabar reuniendo a Animal Man con su autntico creador, el que mueve los hilos de sus historias, el mismo Grant Morrison, marcándose un Deux ex machina. Parafraseando a Albert Einstein con la cita ‘ Me niego a creer que dios juega a los dados con el universo’ para contrariarlo y demostrar que juega con el lector y los personajes de una manera inusual.

En esta etapa contaremos con el dibujo de Chas Truog en toda la obra prácticamente a excepción de tres números donde Tom Grummett y Paris Cullins lo sustituirán. Sin tener un dibujo excepcional pero que es bastante correcto con una buena narrativa grafica, en la que el los cambios de dibujantes no sobresaltan y empastan bien con la obra. En cuanto a las tintas tenemos a Doug Hazlewood, que también faltara en algún número, donde estarán, Mark Mackenna, Steve Montano y Mark Farmer. Con Tatjana Wood al color a excepción de un numero por Helen Vesik. Y uno de los puntos fuertes de esta obra son las portadas de Brian Bolland al que ya mencionamos anteriormente, realizando todas a excepción de un numero dibujado por Michael W. Kaluta en el #9 el mismo numero donde Tatjana Wood no participa, cabe recordar que tanto la colorista como Brian Bolland trabajaron juntos para Camelot 3000.

Una obra que a pesar de su tiempo ha madurado bastante bien, y recomendamos encarecidamente. Una obra que actualmente cuenta con dos ediciones por parte de ECC, las dos cuentan de tres volúmenes, una edición de 2015 bajo el sello Vértigo que la vio nacer y la mas reciente de 2019 bajo la nueva línea editorial de DC, Black Label, que cuenta con un articulo de entrada y algún extra final.