‘Crimson’, de Humberto Ramos

Estamos ante una obra nacida allá por el año 1998, dando los últimos coletazos de la década de los noventa y todo lo que ello traía consigo. Excesos, delirios y demás se dan la mano en esta obra que jugaba con un tema que lo estaba petando en aquella época: los vampiros. Bajo el sello Clifhangger de Image Comics el bueno de Brian Augustyn con el estelar Humberto Ramos ampliaban un universo gótico-fantástico que ya de por sí era generoso en la época.

Nos encontramos ante la típica historia de un joven adolescente, Alex, con una vida que podríamos considerar absolutamente “normal”, con una familia “normal”, una novia “normal”, un instituto “normal”… pero esta situación estaba a punto de saltar por los aires, pues un buen día de paseo por Central Park, Alex y sus amigos serían atacados por una camada de vampiros. Masacrados cual cena de Navidad (muy explícito todo, por cierto), Alex sería el único superviviente, no sin antes llevarse el correspondiente mordisco y salvado in extremis por una especie de vampiro ancestral, el primigenio, que evitaría que esa banda de salvajes vampiros mediocres se lo merendasen completamente.

A partir de aquí la trama iba a ir avanzando con el cambio radical en la vida de Alex, pues debía abandonar, por razones obvias, su anterior vida, su familia y todo lo que le anclaba al pasado. Por si esto fuese poco, descubriríamos pronto que Alex como vampiro era poseedor de poderes muy superiores al resto de sus congéneres pues era una especie de Elegido, con habilidades tan molonas como controlar el fuego a su antojo entre otras muchas nuevas capacidades.

Lo magnífico de la historia se iba viendo conforme avanzaba esta pues veríamos como se ampliaba el lore, mostrando gran cantidad de criaturas aterradoras como por ejemplo los Hijos de Judas (unos niños vampiro/lobo que eran unos auténticos malnacidos), Lucifer, los “brillantes” arc-Ángeles al completo o incluso el legendario Sant Jordi/San Jorge (caballero que luchó contra el dragón, célebre en la cultura popular cristiana en general y catalana en particular). Todo un alucine para los amantes del género fantástico/gótico con un repertorio bestial que iría desfilando por sus páginas.

No podemos obviar la presentación de personajes secundarios con peso específico y con gran carisma. Sobretodo destacaban dos con mayor peso protagónico, por un lado teníamos a la cazadora de criaturas más badass (o molona/vacilona) de la historia, Scarlet-X. Además de tener un look muy noventero, estereotipado y sexualizado… era un personaje femenino poderoso y autosuficiente. Eso sí, salir a cazar vampiros y criaturas de la noche con tan poca ropa no creo que fuese lo más cómodo del mundo… Por otra parte teníamos al que se convertiría en mejor amigo de Alex, una especie de vampiro indio estrafalario que serviría en muchos momentos a modo de alivio cómico con sus alocadas ideas.

La mente pensante tras la historieta era Bryan Augustyn el cual comenzó su carrera como editor de tebeos independientes hasta el paso a una de las grandes: ‘DC Comics’.  A partir de aquí trabajaría con personajes como Batman o Flash. Su rol más destacable siempre ha sido el de editor aunque ello no ha restado para convertirse en guionista de obras tan recordadas como por ejemplo ‘Batman Luz de Gas’. En la obra que nos atañe demuestra ser un guionista cumplidor, otorgando una historia de corte clásico pero destacando en la gran cantidad de aportaciones folclóricas del mundillo punk vampírico.

Pero si algo destaca en la obra, sobre todo para un servidor, es el dibujo apabullante de Humberto Ramos. Lo sé, no soy nada objetivo con Ramos pues soy un amante apasionado de sus trazos exagerados y su falta de proporcionalidad respecto a los cuerpos, pero no puedo remediar sentir ese amor por este dibujo tan japonizado, donde los volúmenes son de todo menos respetuosos con la realidad. Facciones exageradas, cuerpos imposibles y composiciones extremas es lo que nos ofrece el autor mexicano. El tipo otorga unas secuencias de acción que no están al alcance de muchos autores, y eso a esta obra le sienta que ni pintado. Queda claro que este autor o te encanta o lo odias, y yo por supuesto me encuentro entre los primeros.

Los comics de Crimson fueron editados en su momento en España en formato grapa por ‘Planeta Cómic’ para luego allá por el 2002 recogerlo todo en cuatro rústicas (que son las que tiene un servidor…). La sorpresa ha saltado este año 2019 cuando de nuevo la misma editorial ha aprovechado para traer una edición increíble de tapa dura y recogido en dos tochales, dos volúmenes cartoné (tapa dura) de más de 300 páginas por unos 30€. Toda una oportunidad de hacerte con la obra en este nuevo y mejorado formato.

Como conclusión cabe remarcar que la obra, con todos sus excesos en cuanto al tratamiento de personajes (chirriante los roles femeninos…) y sencillez de historia, es un tebeo entretenido, palomitero y que si te gusta el ambiente vampírico se hará un huequito en tu estantería. Recomendable para darle un mordisco (ejem, chiste facilón) y así hacerte una idea de los últimos coletazos de los tebeos noventeros.