Un tebeo con una nostalgia que lleva aparejada cuestiones más existenciales como la pérdida y la muerte, siempre tratadas con un optimismo desenfadado. Puedes comprarlo aquí.

El mundo del cómic me recuerda mucho al del cine: en ambos encuentras historias de todo tipo y para todos los públicos. Puedes ir al cine y ver pelis de aventura, comedias, de terror o dramas; y luego hay un género al que a mí me gusta llamar “películas bonitas”, suena cursi (y mucho) pero es así. Pues bien, en cómic también nos encontramos este género: “cómics bonitos”, y es en el que se encuentra precisamente‘Los buenos veranos’, una serie de álbumes del maravilloso tándem formado por el guionista Zidrou y el dibujante Jordi Lafebre.
Zidrou es uno de los guionistas belgas más top del momento, ha ganado varios premios y a trabajado con distintos dibujantes, entre los que destaca el español Jordi Lafebre, con quien ha formado equipo en varios álbumes como los de ‘La Mondaine’ o ‘Lydie’, ambos más que recomendables, pero es en la serie‘Los buenos veranos’ en la que consiguen su momento de máximo esplendor.
Seguro que has escuchado alguna vez esa broma tan cuñada de: “¿Cómo has pasado las vacaciones, bien o en familia?”. Yo normalmente las he pasado de las dos formas, y de las dos formas al mismo tiempo; y la impresión que me da es que los autores también, en especial el guionista Zidrou, ya que ‘Los buenos veranos’ te cuenta y te recuerda precisamente eso, cómo son y cómo nos hacen sentir unas buenas vacaciones en compañía de padres, hijos o hermanos, es decir, los buenos momentos de las vacaciones en familia. Y es que precisamente la palabra “FAMILIA” (así, en mayúsculas) es un concepto clave en estos tebeos.
Me ha sucedido que mientras leo estos cómics me transporto a mi niñez, cuando mis padres me llevaban de vacaciones a la playa y lo único que tenías que hacer era disfrutar y pasarlo bien, sin miedos ni precupaciones, solo importa el descanso, la diversión y las risas, muchas risas. Estos tebeos te dan un golpe fuerte de nostalgia (concepto importante también en estos álbumes), y te llevan a esa época y a revivir esas experiencias, algunas que ya no podrás volver a vivir, porque está complicado lo de volver a tener ocho o diez años e irte a a la playa con tus padres; pero te permite transportarte a esa época y volver a sentir esas emociones y esa serenidad.
Para conseguir la sensación de placer veraniego Zidrou ha creado de la nada a los Faldérault: una familia de clase media compuesta por padre, madre e hijos, de los que te encariñas nada más conocerlos, y nos hace acompañarlos en distintas vacaciones de las que somos meros espectadores, pero nos hace sentirnos como un miembro más del clan. Y este es precisamente el gran acierto de estos álbumes: los autores crean unas vacaciones veraniegas para nosotros, solo tenemos que leerlas y será verano en nuestras cabezas y en nuestras almas. ¿Cómo te quedas?
Ahora bien, en unas vacaciones no todo es de color de rosa y no siempre brilla el sol, así que además de risas también habrá problemas, momentos tristes y duros. Y es que no están faltos de emoción estos tebeos, no; el maldito Zidrou sabe jugar sus cartas para conmovernos, así que es más que probable que derraméis alguna lagrimilla u os acongojéis un poco, pero tranquilos, que con los Faldérault como compañeros de viaje todo se supera.
Ahora que sabemos de qué va esto, no hay que olvidar (ni por asomo) al dibujante Lafebre, cuyo arte es maravilloso, y que mezcla un dibujo realista con un pequeño toque infantil. El autor nos presenta a unos personajes cargados de carisma y simpatía, y hace que los queramos y empaticemos con ellos desde las primeras páginas. Lafebre se mueve entre el dibujo europeo más amable, pero con un toque que recuerda a los cartoon clásicos, con sus formas redondeadas y su expresividad. Por otro lado, se nota que Lafebre es un autor detallista y minucioso, y que se ha documentado a rabiar; esto lo vemos en la forma que tiene de transportarnos a otros años, recreando el estilo de decoración, los coches o el estilismo de los protagonistas.
Y luego está el color, parte más que importante en esta serie de álbumes. Y es que el amigo Lafebre con sus pinceles consigue evocarnos sensaciones tan solo con mirar una viñeta. Esos tonos amarillentos, marrones y verdes consiguen que todo el álbum huela a verano y a calma. Cada viñeta nos lleva a otro sitio y nos transmite una sensación de bienestar y tranquilidad de la que no quieres separarte.
Así, ‘Los buenos veranos’ es una serie para disfrutar, relajarse y reír, unos álbumes sin muchas pretensiones, ni giros inesperados de guión y que no se da ínfulas de nada, pero que atrapa por las buenas sensaciones que trasmite y por el cariño que rezuma. Zidrou y Lafebre consiguen que tengas la felicidad en tus manos para que si has tenido un mal día, leas uno de estos álbumes, y una sonrisa se forme en tu cara.
En España lo publica Norma Editorial en unos álbumes en tapita dura muy cuidados, y bien de precio. De momento han salido cuatro, y ya está previsto un quinto. Así que si hace frío y estáis deseando que llegue el veranito, daos un capricho y probad a leer ‘Los buenos veranos’: sonrisas aseguradas.
CRÉDITOS
- GUIONISTA: Zidrou
- DIBUJANTE: Jordi Lafebre
- COLORISTA: Jordi Lafebre
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