Si alguien me preguntase por un tebeo que haya supuesto un antes y un después en mi vida sin lugar a dudas diría el Gato Fritz de Robert Crumb, icono indiscutible del “comix” underground americano. Así, este cómic fue el que me hizo catacroquer la cabeza y fue el que me abrió las puertas a otro tipo de cómics más allá de “Supermanes”, “Tintines” o “Mortadelos”. ¡Ahí es nada!

Robert Crumb, padre indiscutible del cómic underground, revolucionó el mundo del cómic allá por los años 60. A partir de su llegada a los medios el cómic dejó de ser material exclusivamente para niños. Sus dibujos se hicieron populares, el ciudadano medio pronto comprendió que aquello no era una broma pasajera y que Crumb había llegado para quedarse, algo que no gustaba, claro. Entre sus personajes más populares podíamos encontrar entre otros a la insoportable Mode O´ Day, el gurú salido Mr. Natural, y por supuesto, su creación que pegó más fuerte: el Gato Fritz.

Trazo suelto y libre de Crumb, marca de la casa - La muerte del Gato Fritz
Trazo suelto y libre de Crumb, marca de la casa – La muerte del Gato Fritz

La existencia del Gato Fritz no es muy larga: fue engendrado por Crumb a finales de 1959 y asesinado por este en 1972. Sin embargo en todas sus vidas a Fritz le ha dado tiempo a hacer diabluras. Crumb creó a Fritz probablemente influenciado por el boom de dibujos animalísticos de los años 40 o de tiras que Carl Banks (el hombre que dibujaba bien los patos) hacía para Disney. Con este caldo de cultivo Crumb creó a su propio animal antropomórfico, y le dotó de irreverencia, canallismo y libertad, convirtiéndolo en una auténtica rock star.

El estilo de Crumb es muy característico, destacan sus personajes desgarbados, grandes narices o posturas imposibles, y ha influenciado a numerosos dibujantes asociados al movimiento underground, así, su genial uso del blanco y negro y su forma de sombrear y entintar lo podemos divisar en autores de la talla de Peter Bagge o Charles Burns, ahí es nada.

El Gato Fritz tramando una de las suyas
El Gato Fritz tramando una de las suyas

El Gato Fritz, al ser un personaje seriado, cambia mucho a lo largo de sus años 13 años de aventuras. En su última etapa vemos su estilo más adulto y personal, con un muy buen uso de claroscuros y genial entintado. Si embargo en sus primeras historias se ve un trazo simple, suelto e incluso naif,  que puede incluso despistar a un lector inexperto y que llegue a pensar que es una historia para niños, ¡ojo, nada de eso! Ya en su historia inicial el Gato Fritz seduce y folla con su hermana pequeña; Toda una declaración de intenciones;  Así es, estamos ante un gato follarín, amigos. Ni más ni menos.

La vida del Gato Fritz no está claramente delimitada, su carácter es voluble, a veces se nos muestra más derrotado o inseguro, pero otras da la impresión que podría comerse la luna si se lo propusiese. A lo largo del álbum vemos las distintas vidas del Gato, así puede ser un agotado universitario, un agente de la CIA o una estrella de cine. Lo único que comparten estas encarnaciones es su actitud ante la vida; Fritz es un cuentista, un canalla y un vividor, un ser bastante despreciable y misógino que finge angustia vital o interés por los problemas sociales, pero solo con un único fin: follar con tantas animalitas sea posible. Un gato poco recomendable, ya os lo digo.

Ejemplo del manejo del blanco y negro de Crumb
Ejemplo del manejo del blanco y negro de Crumb

Pese haber tenido pocas aventuras el Gato Fritz gozó de tal popularidad que consiguieron a adaptarlo a cine en 1969, y tuvo el dudoso honor de ser la primera peli de animación para adultos, película que horrorizó al propio Crumb. En justa venganza, el autor “mató” a su personaje en una historia en la que se nos muestra a Fritz como una arrogante estrella de Hollywood, en la cima de su éxito, borracho de ego pero cansado y sin fuerzas ni para el sexo; una sombra de lo que fue, vaya. (La vida misma, ni más ni menos)

Si después de esto te has quedado con más ganas de conocer las vidas de este personaje estás de enhorabuena. Por primera vez Ediciones La Cúpula recopila en un tomazo y a una calidad excelente todas las tiras e historias protagonizadas por este minino. ¡Gracias mil, gente de La Cúpula!

En definitiva, Las 7 vidas del Gato Fritz es historia viva del cómic americano. Una lectura obligatoria para todo amante del noveno arte, y una obra que debería estar en la estantería de todos los aficionados. Así pues, esta edición es un regalo excelente para todo buen amante del cómic. ¡No esperéis más y acudid a vuestra tienda de cómics de confianza, no lo lamentaréis!