Pues eso es lo que se nos propone en esta obra del descocado Skottie Young, que no solo guioniza sino que también se ocupa del arte visual, dibujando completamente todo el cómic.

El autor norteamericano es conocido entre otras obras por su adaptación del ‘Maravilloso Mundo de Oz’ que tan buenas críticas obtuvo al publicarlo recientemente Marvel. Además de esto, el autor se ha hecho cargo de varios títulos de la editorial marvelita, siendo el más curioso su versión baby de los personajes más célebres de la Casa de las Ideas en varias adaptaciones, la última la de ’Giant-Size Little Marvel: AvX’.

Entrada triunfal de nuestra amada Gertrude
Entrada triunfal de nuestra amada Gertrude

En I hate Fairyland, el bueno de Skottie se une a Image para dar rienda suelta a sus más bajos instintos y presentarnos a Gertrude, una dulce niña que un buen día es atrapada por un mundo de sueños, un mundo repleto de seres maravillosos, lleno de magia y luz. Para volver a su hogar Gertrude deberá encontrar la llave que abre la puerta trasera de Fairyland y así reencontrarse con su ansiada familia. Para llevar a cabo su misión no estará sola, pues le acompañará en todo momento una preciosa hada… bueno no, realmente es una mosca que fuma puros, pero la idea es la misma.

Pronto nos daremos cuenta que Gertrude lleva vagando por Fairyland la friolera de 27 años, y aunque su aspecto físico sigue siendo el de la niña que un día llegó al maravilloso reino, por dentro se ha convertido en una amargada, psicótica y completamente enloquecida asesina en serie. Desesperada por verse atrapada en un mundo de felicidad sin ton ni son, Gertrude empezará a desmembrar, literalmente, a cualquiera que se le ponga por delante.

 

La dulce Gert sabe como dar cariño a los pequenos faunos
La dulce Gert sabe como dar cariño a los pequenos faunos

Conforme avance la historia iremos conociendo nuevos personajes, a cada cual más bizarro que el anterior y nuevos poderes, muy al estilo shonen japonés. Veremos todo un repertorio de seres mitológicos de cuentos clásicos pero vistos desde un prisma un tanto diferente, con un estilo muy cartoon. Sino fuese suficiente el autor va jugando con referencias a otras grandes sagas y clichés del género fantástico y de aventuras.

Mientras avanza la aventura vemos que Skottie no escatima en detalles morbosos, con ojos fuera de las cuencas, huesos saliendo de la piel y demás detalles no aptos para estómagos sensibles. Tras la primera apariencia de dibujo infantil se esconde un diseño gamberro y sin pudor por mostrar todo lujo de detalle de la destrucción que provoca nuestra “heroína”. No solo juega con chistes con el propio guion, si no que se apoya en muchas ocasiones en la gracieta visual para dejarnos en todo momento con una sonrisa dibujada en la cara. Porque sí, el guión no da para mucho, es algo básico y sin demasiada profundidad, por ello el autor es consciente de la necesidad de una gran potencia visual. Y por ello se alza como un tebeo que entra por los ojos, con un apartado visual descacharrante y de una agilidad pasmosa.

Una nueva muestra de referencias a otras obras, ¿alguien dijo Dragon Ball?
Una nueva muestra de referencias a otras obras, ¿alguien dijo Dragon Ball?

Además del diseño que nos propone el autor a la obra, ayuda y mucho el color de Jean-Francois Beaulieu que impacta con solo un primer vistazo. Imprime potencia visual con tonos muy llamativos a la vez que usa colores pasteles muy en consonancia con la idea de un mundo de fantasía.

La edición que nos ha llegado a suelo patrio se trata de un espectacular tomo en cartoné de 160 páginas a todo color editados por Panini Cómics en su sello ‘Evolution Comics’. Contiene los primeros cinco capítulos y tiene un precio aproximado de 16 euros. Además, cuenta con una retahíla de portadas alternativas y los ya típicos textos introductorios del propio autor. En marzo de este 2018 llegará por fin el segundo volumen con la continuación de un primer arco, ya de por sí bien finalizado.

Gertrude dando cariño
Gertrude dando cariño

En resumen una obra absolutamente macarra, que no se alzará en el Olimpo de los clásicos pero si buscas pasar un buen rato, entretenido, divertido y algo diferente es totalmente recomendable. Skottie demuestra que la purpurina y los arcoíris no siempre tienen por qué ser dulces y bobos. Esta obra es heavy metal en estado puro, en tu mente sonará mientras dure la lectura, los acordes de una guitarra eléctrica a toda marcha.