‘Belleza’, de Hubert y Kerascoët

En todo cuento había una enseñanza, una moraleja por dura o violenta que fuera, en la que quedaban bien distinguidos el bien y el mal, y que nos mostraba muy claramente el camino a seguir y las consecuencias de no elegir lo correcto.

Kerascoët, pseudónimo tras el que se oculta el conjunto de artistas Marie Pommepuy y Sébastien Cosset, vuelven a recuperar la filosofía y la crudeza heredera de los cuentos clásicos originales, antes de haber sido sometidos por una edulcoración a lo largo de los siglos que les ha hecho perder sentido e identidad, pasando a ser meras herramientas de entretenimiento.

‘Belleza’ es un cuento, un cuento de esos que lees y no se olvidan. Una historia con sabor a clásico que parece que dormía en nuestra memoria. Uno de esos crueles cuentos que dibujábamos todas las noches en nuestra cabeza antes de dormir y que, en muchas ocasiones, formaban parte de nuestros sueños.

En esta obra nos encontraremos una triste sirvienta que tiene que aguantar las burlas y la crueldad de todo el reino, dado a su aspecto físico. Tras tantas humillaciones y discriminaciones, hasta de sus seres más allegados, esta chica consigue una oportunidad única, pedir un deseo a un hada que se encuentra en el bosque.

Nuestra protagonista forzada por el amargo recuerdo del trato que recibe, pide ser bella y el hada, con un hechizo, la convertirá en el mismísimo concepto de «belleza» para los ojos de los demás. A partir de aquí nuestro cuento tornará a convertirse en algo más terrorífico.

La belleza de nuestra protagonista hará que comiencen los problemas cuando todos los hombres que la ven pierden la cabeza y arden en deseo de poseerla, y cuando florece la envidia del resto de mujeres. Lo peor del ser humano saldrá ante la misma visión de la belleza trayendo todo tipo de problemas, desengaños, atrocidades, y las más bajas pasiones que diferencian a las personas de las bestias.

Es la segunda vez que esta pareja realiza este ejercicio en el que se mezcla lo infantil con lo grotesco, puesto que pudimos ver este mismo concepto en la desgarradora ‘Preciosa Oscuridad’. Si en la anterior obra nos encontrábamos un paso a la madurez extrema que surge ante la supervivencia, en ‘Belleza’ los autores han querido contraponer la belleza a la mezquindad del mundo que lo rodea y a la peor avaricia humana.

Kerascoët unen su talento al colorista Hubert, que en este caso ayuda con los guiones, para traernos este peculiar álbum en el que una estética simple, de cuento infantil se une a un trabajo de diseño, y otras técnicas para ofrecernos una obra cuyo potencial reside en su narrativa gráfica y su sencillez.

El dibujo de ‘Belleza’ es en blanco y negro, pero inteligentemente es acompañado de una especie de ocre/dorado, que coloreará solamente algunos objetos a destacar importantes para la narrativa y para su estética, con influencias de grabado, estampa japonesa y art noveu.

Astiberri nos presenta esta obra en un tomo de tapa dura de 155 páginas, con una edición de presentación muy colorida y con una portada muy llamativa que continua alimentando esa estética de cuento.

Esta obra es un paseo por el lado más oscuro del ser humano y un vistazo a través de los ojos de una inocencia, que va desgarrándose y perdiéndose a través de cada página. Una mirada a los terrores infantiles más básicos, como el rechazo o la soledad, y terrores más atroces como puede ser la incomprensión del mundo, el sentirse presa y sentirse amenazado por la gente que te rodea.

‘Belleza’ es un cuento. No un cuento de adultos, no un cuento actual o contemporáneo. ‘Belleza’ es un cuento de los de toda la vida, en su sentido más clásico, con sus enseñanzas, con sus moralejas y… con su crueldad.