‘Aquaman’ de Peter David

Aquaman fue creado por Paul Norris y Mort Weisinger en 1941 durante la Golden Age, justo 2 años después de que Marvel presentara a Namor. Apareció en el número 73 de More Fun Comics pero curiosamente no salió en una portada hasta 1961, y tuvo que ser en una de la JLA. En su presentación, el mismo Aquaman explicaba su origen:

“La historia debe comenzar con mi padre, un famoso explorador submarino —si yo dijese su nombre, lo reconocerías.— Mi madre murió cuando yo era un bebé, y él volvió a su trabajo para resolver los secretos del océano. Su gran descubrimiento fue una ciudad antigua en las profundidades, donde ningún otro buzo jamás había penetrado. Mi padre creía que era el reino perdido de la Atlántida.”

Lo cierto es que era un superhéroe inspirado en la estética Pulp (más cercano a Tarzan que a otra cosa) y estaba muy poco desarrollado. Por eso no es de extrañar que hasta los años 60 de la Silver Age no tuvo más nombre que Aquaman. A partir de esta época se evolucionó un poco su historia y se le dio el nombre de Artur curry, hijo de un farero y una atlante: Tom Curry y Atlanna. Se dijo que Aquaman descubrió de pequeño que poseía varias habilidades sobrehumanas y cuando creció se bautizó a sí mismo como «Aquaman». Los poderes que tenía consistían en respirar bajo el agua, ser invulnerable, nadar a súper velocidad y hablar con animales submarinos mediante telepatía. Su talón de Aquiles, por el contrario, le impedía pasar mucho tiempo fuera del agua y le obligaba a estar en contacto con ella.

Justo en esta época es cuando logró su propia serie y personajes secundarios: Aqualad, Topo (un pulpo que tenía por mascota), Vulko, Mera, Thula, su medio hermano de Orm (Señor del Océano), Black Manta, Pescador o la organización O.G.R.O. De hecho se llega a casar con Mera y tiene un hijo con ella, Aquababy, pero Black Manta «se lo cargó». Tras un tiempo de desasosiego deja la Liga de la Justicia (de la que es miembro fundador) y vuelve con Mera para recuperarse de la muerte de su hijo.

Después vendría la época de Neal Pozner y Alan Davis a los lápices, que se caracterizó por el famoso traje azul inspirado en un bailarín ruso. Afortunadamente Aquaman repuntó con ‘Subdiego’ de la mano de Joe Kelly, pero seguía sin rumbo. Entonces en DC llegó la mítica ‘Crisis en Tierras Infinitas’ que revolucionó a todos los personajes de la Distinguida Competencia. En el caso de Arthur Curry se borró todo lo relacionado con la existencia de su hijo, su matrimonio con Mera y se reinició el personaje. En 1989 ‘La leyenda de Aquaman’ escrita por Robert L. Fleming e ilustrada por Curt Swan estableció un nuevo origen que narra cómo Aquaman es abandonado en un arrecife siendo un bebé y es adoptado por una familia de delfines. El padre se llama Arthur Curry (sí, he escrito bien) y es un pescador que se le encuentra y adopta.

El desarrollo del personaje cada vez va a peor y la gente estaba harta de tanto cambio de guión y de un superhéroe que solo sabía hablar con los peces… imagen proyectada en la serie de animación de los 70 ‘Super Friends’. En medio de esta coyuntura, en 1990, DC apuesta por el guionista Peter David para dar coherencia histórica al personaje en ‘Las Crónicas de Atlantis’, ilustradas magistralmente por el madrileño Esteban Maroto. El trabajo de Peter David fue encomiable, estableció un marco histórico del linaje atlante que culminó con el nacimiento de Orin (Aquaman) y además le otorgó al personaje un pasado legendario que sí tenían otros héroes. Curiosamente fue una obra que pasó sin pena ni gloria, pero pasados unos años la crítica empezó a reconocer el buen hacer del tándem David-Maroto. Mientras, la serie regular seguía sin levantar cabeza así que tuvieron que pasar 4 años más para que en DC le dieran las riendas del personaje y de la serie regular a Peter David. Gracias a él alcanzó los 70 números (cosa que no ha conseguido nadie hasta la fecha) los 46 primeros escritos por él y el resto con su supervisión.

En esta época el punto de partida son ‘Las Crónicas de Atlantis’ y el legado de Orin, de quien el personaje recibe el nombre. Incide en que fue criado por delfines (como definió Robert L. Fleming) pero además añadió que era hijo de un hechicero llamado Atlan y, por lo tanto, era 100% atlante (algo de lo que renegará más adelante Geoff Johns). A Garth (Aqualad) lo llamó Tempest, creó a Delfín, quien tuvo algún escarceo amoroso con Aquaman, y los villanos estaban relacionados con la mitología de Atlantis y el mundo griego. Se acercó mucho al Poseidón legendario que todos conocemos e incluso al final desarrolló conexiones alienígenas. –Una pasada–. Sin duda Peter David fue quien puso orden y coherencia a la historia de Aquaman, desarrolló al personaje y le dotó de una coherencia equiparable a la de otros superhéroes de DC. Cubrió las carencias que tenía, les dio una solución e incluso lo hizo más violento, solitario y aguerrido… ¡¡unas pirañas se comieron la mano y se la sustituyó por un arpón!! (que no garfio), le dejó el pelo largo y una barba desaliñada para enfundarle en un traje con una manga metálica (que ha inmortalizado en cine Jason Momoa). En definitiva, Peter David fue quien le dio una personalidad similar a la que tenían Batman o Superman, pero además hizo de Atlantis un entorno que nada le tenía que envidiar a Gotham o a Kriptón.

Tras el periodo de Peter David, Aquaman comienza a hundirse y regresa a la JLA de Gran Morrison para volver a ser ese secundario de lujo que tan bien le ha venido a muchos guionistas. En este punto la serie regular cayó en manos de Kurt Buziek… de la que sólo puedo decir que es la peor etapa del atlante.

Después llegaría ‘Flashpoint’, donde pintó más bien poco dentro del universo DC, hasta que llegó el año 2011. Ese año, Geoff Johns recuperó la epicidad de Aquaman en ‘El día más brillante’ gracias al mejor dibujante que ha tratado a Aquaman: Ivan Reis. Johns venía de impulsar con gran acierto series como Green Lantern… pero –en mi opinión– con Aquaman le pudo el ego de querer hacer «su Aquaman» y no estuvo a la altura.

Pese a todo lo creado por Peter David… la imagen que tenía el público del personaje seguía siendo la que se había transmitido en ‘Super Friends’, y en DC estaban hartos. Así que intentaron recuperar la dignidad del personaje con Geoff Johns en ‘New 52’. En esta etapa Johns toma como punto de partida la Silver Age. Revive a Mera, intenta cargarse los mitos del héroe que habla con los peces… pero lo hace con texto, no con acciones. Es decir, no de muestra que Aquaman sea un héroe legendario, sino que introduce diálogos en los que la gente verbaliza la grandiosidad del personaje –lo que resulta tremendamente infantail–. Aunque en su favor hay que decir que refresca al personaje, le vuelve a poner el traje de escamas y vincula el tridente al personaje creando un icono que, es cierto, no tenía hasta entonces. Durante los 25 números que escribe profundiza en la personalidad de los secundarios e incluso crea para Aquaman su propio equipo de héroes: Los otros –algo muy fiorzado–. Geoff Johns rompe con todo lo creado por Peter David, salvo los detalles estéticos del traje y poco más. Vuelve a centrar el dramatismo de la narración en un héroe a caballo entre dos mundos, revive a su madre Atlanna e insiste con el viejo concepto de la invasión de la superficie –nada nuevo bajo el sol–.

Después llegaría ‘Rebirth’ donde Dan Abnett le dio continuidad a todo lo creado por Johns… conflictos internos de Atlantis, el peso de la corona en Arthur o la batalla personal entre ser un rey cuestionado por su pueblo o un gobernante que quiere unir el mundo acuático con el de la superficie.

Finalmente, en 2019, llegó la película protagonizada por Jason Momoa, pero no nos engañemos, ese Aquaman no es el legendario personaje que brilló en la etapa de Peter David. El responsable de las adaptaciones de los cómics de DC a la gran pantalla es Geoff Johns, por lo que la historia que cuenta el film es la escrita por él mismo en New 52. Afortunadamente en la editorial ECC han detectado esta herida y han urgado rápido en ella publicado en 3 tomos la etapa de Peter David y Kirk Jarvinen, al igual que hicieron con ‘Las Crónicas de Atlantis’. Sin duda el mejor homenaje que se le puede hacer a este superviviente de la Golden Age.