Esta es una obra del historietista e ilustrador Albert Monteys, quien ha dejado su impronta en cómics como ‘Mondo Lirondo’ (como miembro del Colectivo La Penya Productions), o ‘Calavera Lunar’, ‘Paco’s Bar’ y ‘Tato, con moto y sin contrato’, que bajo dibujó para la revista ‘El Jueves’. A mediados de los 90, Monteys entró en Ediciones El Jueves para ocupar un puesto en la revista Puta Mili, donde desarrolló buena parte de su carrera profesional, llegando a ser coordinador de las revistas ‘Puta Mili’, ’Penthouse Comix’ y coordinador de ‘Zona X’, hasta que en 2006 se convirtió en Director de El Jueves.

En 2014 Monteys comenzó a dibujar esta historia en formato digital para la plataforma Panel Syndicate, y tras conseguir la financiación mediante un crowdfunding, no sólo logró publicarlo sino que fue nominado al premio Eisner como “mejor cómic digital”, en 2017. Tras este éxito, llegó su otra gran obra… ‘El show de Albert Monteys’.

Tommy Marriot, protagonista de la primera historia de ¡Universo!
Tommy Marriot, protagonista de la primera historia de ¡Universo!

¡Universo! comienza cuando una empresa terrícola del futuro llamada Industrias Wortham pasa de investigar la cocción enfrío a desarrollar una novedosa fórmula para viajar en el tiempo. Sin hacer mucho spoiler, esta empresa lo que pretende es que todas las nano partículas de mundo conocido vayan selladas con el logotipo de su empresa espacial. Tras este acontecimiento se convertiría en una de las empresas más importantes del mundo y dejaría atrás a su competencia. Para tal fin la empresa pone a los mandos a uno de sus empleados.

Este es el inicio de una historia que se cuenta en 5 relatos auto conclusivos que tienen como trasfondo el ¡Universo!, el futuro y unas paradojas tecnológicas que, si bien recuerdan un poco a Black Mirror y su enfoque puede parecer un poco irónico y humorístico, acaban cargadas de cierta reflexión.

Peculiar diseño de ojos de los personajes dibujados por Albert Monteys
Peculiar diseño de ojos de los personajes dibujados por Albert Monteys

El dibujo de Alberto Monteys tiene mucha personalidad, domina muy bien toda la parte estética y tiene un aire incluso grafitero. La anchura de los pies de los personajes recuerdan a esas figuras superdeformed japonesas, pero el resto de cuerpo es tremendamente proporcionado y con bastante detalle en los personajes como en los fondos. Es como el dibujo de ‘Hora de Aventuras’ pero más estilizado. Aunque sin duda uno de los rasgos de identidad más fuertes de este autor son los ojos (él mismo reconoce al final de este cómic que no sabe dibujarlos) y por eso los hace muy básicos, con un simple círculo. Hay que tener en cuenta que este cómic nos está explicando un Universo nuevo con cantidad de robots y artilugios, por eso es de agradecer que en algunos momentos Albert Monteys recurra a páginas que recuerdan a los catálogos e infografías de producto.

Por otro lado, una de las cosas más llamativas de la parte visual es el tratamiento del color. Aquí queda evidente que la persona que hace el guión, que lo dibuja y que le da vida con el color, es la misma. Veremos a personajes sufrir alteraciones en el espacio-tiempo y el autor los representa con una ingeniosa separación de colores. No hay degradados ni colores complejos, sino sencillos, planos y muchas veces sin línea, directamente vectoriales (me atrevo a decir). Los flashbacks van en colores y líneas aclaradas, mientras que en los momentos más tensos y violentos, tornan a cálidos muy intensos. Pasa con maestría de páginas de mucho color a duotonos y esto, en su conjunto, le da una energía y fuerza al cómic, pasmosa.

Diseño de Alex Wortham, magnate de Industrias Wortham
Diseño de Alex Wortham, magnate de Industrias Wortham

Si hablamos del diseño de personajes, hay que elogiar la cantidad de personajes, artilugios e inventos, tremendamente originales que utiliza el autor. Por ejemplo, hay personajes fallecidos que viven en una especie de cápsulas (como en Futurama) pero además tienen una especie de cuerpo holográfico que da mucho juego según los diálogos y personajes. Las transiciones entre viñetas son espectaculares por su gran dinamismo y capacidad narrativa, además maneja muy bien el dramatismo con primeros planos y el tempo, eliminando e integrando las calles entre viñetas.

Recientemente Astiberri ha publicado en papel este cómic respetando las proporciones originales de manera excelente. Al ser concebido como un cómic digital, el formato es horizontal y sin duda es otro de sus reclamos en el punto de venta.

Ejemplo de transición entre viñetas
Ejemplo de transición entre viñetas

Después de haberlo leído, uno se queda con ganas de más, de más historia, de más ¡Universo! e incluso de más historia. El planteamiento inicial promete tanto que, aunque las historias y los protagonistas de este volumen comparten una trama de fondo e interactúan entre sí, uno se queda con ganas de saber más sobre cualquiera de los personajes que aparecen en este volumen.